La medicina humana tiene en el desarrollo de vacunas una valiosa herramienta para combatir algunas enfermedades causadas por virus y bacterias y la investigación busca versiones nuevas para hacerle frente no sólo a viejos males, sino a pandemias potenciales. Aquí una revisión de la situación actual.
Uno de los aportes mas importantes de la inmunología a la medicina humana es, sin duda, el desarrollo de las vacunas. Estas sustancias formadas por un microorganismo completo, atenuado o muerto, o por fracciones del mismo, son capaces de inducir una respuesta inmune protectora ante un agente virulento.
La primera vacuna contra la viruela, se obtuvo en 1796 y desde entonces millones de personas han salvado de morir. El impacto más importante se refleja en la reducción de la mortalidad infantil.
Solo la inmunización, contra la difteria, tétanos, pertusis y tuberculosis (BCG) evita la muerte de 2,5 millones de personas en el mundo cada año.
Muchas de las vacunas recibidas por quienes somos hoy padres siguen aplicándose en las nuevas generaciones, pero en versiones mejoradas. "La tendencia es llegar a vacunas modernas con menos riesgos de efectos adversos", refiere el doctor Ciro Maguiña.
Seguras
El tema de la seguridad de las vacunas es muy sensible. Por ello la doctora Verónica Carrión, consultora en inmunizaciones de la Organización panamericana de la Salud (OPS) en Lima, recuerda que está garantizada.
Se ha demostrado, explica, que la asociación entre daño neurológico en niños (autismo) y el timerosal, un derivado del mercurio utilizado desde 1930, como preservante de vacunas, carece de fundamento científico.
La versión, empero, surtió efecto en varios países. Por el temor a vacunarse, Europa cerró el 2011 con 30,000 casos de sarampión.
En tanto la industria farmacéutica no se detiene. Cada año salen al mercado nuevas vacunas, pero no todas tienen importancia en términos de salud pública, refiere la doctora Carrión.
Carga de enfermedad
La especialista explica que para incorporar una nueva vacuna al esquema oficial de inmunizaciones se realizan estudios de costo-eficacia, tomando en cuenta la carga de la enfermedad.
En este contexto, un comité consultivo de la OPS evalúa actualmente la pertinencia de introducir las vacunas contra la varicela, hepatitis A y meningitis. En otro frente se realizan numerosos esfuerzos para utilizar las técnicas de biotecnología para mejorar las vacunas ya existentes.
La investigación basada en el ADN concentra las esperanzas de obtener por fin una vacuna contra el VIH y para el tratamiento de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión) cáncer, entre otros males.
El pez vacuna
Algunos ensayos están detrás de las llamadas vacunas comestibles, obtenidas a partir de plantas transgénicas. Hay trabajos en tabaco, plátanos y cereales. También se sabe del llamado pez vacuna. Este produce en sus tejidos musculares una proteína que inmuniza contra la hepatitis B, pero debe consumirse crudo para evitar la destrucción de las proteínas. Sin embargo, ese no es el único obstáculo. Hay otras vallas de seguridad y eficacia por saltar.
Ahora, relájate y haz como yo, disfruta de una deliciosa y aromatica taza de café y que tengas un buen día………….
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