El consumo de alcohol sube como la
espuma en el mundo, sin embargo ese no es el único ni principal problema.
Particularmente, cuando se combina con drogas médicas y otras ilegales, los
daños en la salud pueden ser mortales.
Parece inofensivo, pero el alcohol es una sustancia peligrosa para la
salud. Como actua sobre el sistema nervioso central (SNC), es decir, nuestro
cerebro, el alcohol nos conduce inicialmente a un estado de placentera euforia
para luego hacernos entrar a un estado de adormecimiento o depresión, con la
consiguiente pérdida de la conciencia. De combinarse con ciertos productos, el
alcohol, puede generar complicaciones graves e incluso la muerte. ¿Pero cuáles
son las combinaciones peligrosas?
A continuación precisamos algunas pautas.
Inhibe o potencia
El alcohol puede inhibir el efecto terapéutico de los antibióticos.
Pero cuando se combina con otros depresores del SNC, como los tranquilizantes,
se experimenta mayor sedación e intoxicaciones graves.
Un ejemplo de ello es lo que hacen las llamadas “peperas”. Estas
mujeres añaden a la bebida alcohólica de su potencial víctima benzodiacepinas, hipnóticos,
barbitúricos, entre otras drogas médicas, para acelerar el efecto de depresión o
adormecimiento, hasta que el sujeto queda inconsciente o muere por sobredosis.
En otros escenarios, los más jóvenes toman alcohol en combinación con
bebidas energizantes aduciendo que es para “durar toda la noche”.
El efecto se debe al contenido de psicoestimulantes como la cafeína y
taurina. Estas sustancias en exceso incrementan la presión arterial, generan
taquicardia que se puede derivar, según sea el estado físico de la persona, en
un problema cardiaco mayor, así como también puede generar una adicción psicológica.
Las bebidas energizantes se combinan con productos alcohólicos de alta graduación,
como el whisky, vodka, ron, entre otras para duplicar sus efectos y mantener o
alcanzar un intenso estado de euforia.
Éxtasis, PCP, GHB, LSD
Además de las drogas tradicionales como la marihuana, la cocaína y la
pasta básica de cocaína (esta se consume para “despertar” cuando el trago llama
al sueño), se tiene las drogas sintéticas.
De estas últimas, la más utilizada es el éxtasis y la fenciclidina o
polvo de ángel (PCP), un polvo blanco, cristalino que se disuelve fácilmente en
agua o alcohol.
En el Tercer Estudio Nacional sobre Prevención y Consumo de Drogas en
Escolares 2009 de Devida muestra que el uso del éxtasis va en aumento. Y no
solo eso. Junto con ella también se usa ketamina o ketalar; cristal o
metanfetamina; gamma-hidroxibutirato o GHB por sus siglas en ingles. Esta puede
ser liquida, en polvo o pastillas y en algunos sitios de internet se vincula
con casos de violación.
Quienes consumen éxtasis también usan LSD, esteroides anabólicos y
anfetaminas.
Como pueden ver, el consumo de alcohol no solo nos puede sacar de la
pista, también puede hacerlo del camino de la vida.
¿Cultura Etílica? El doctor Juan Carrasco del Hospital Dos de
Mayo afirma que tal concepto no existe. La única forma de controlar el consumo
de alcohol es fijando limites propios. Hay que evitar llegar a un estado eufórico.
Ahora, relájate y haz
como yo, disfruta de una deliciosa y aromatica taza de café y que tengas un
buen día………….
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