Para resolver tus
emergencias domésticas. Y puedes tener los remedios básicos en casa por solo
S/. 70.00.
Marcelo vivía hace varios años en un
departamento de soltero, sin embargo daba la impresión de que recién se acababa
de mudar, debido a que casi no tenía muebles, cuadros ni plantitas.
La mayoría de sus amigos lo criticaba por su
falta de atención a sus cuestiones personales, sin embargo a él no le importaba
eso. Solo se preocupaba de tener sobres de comida instantánea en la despensa,
cervezas y bebidas frías en el refrigerador, conexión a internet, una buena y
moderna consola de videojuegos. En el baño apenas tenía pasta dental, jabón y
champú. Sobre el lavatorio había un pequeño espejo con repisa y ahí una máquina
de afeitar y trocitos de jabón o espuma de afeitar en sachet. A veces podíamos
encontrar sobre la repisa sobres con efervescentes para curar la acidez,
indigestión y pastillas que supuestamente calman los malestares de la resaca,
pero nada más.
Cuando se resfriaba, compraba papel higiénico.
Cuando estaba con fiebre llamaba a su mamá o a la novia de turno para que lo
atendiesen. Y si se caía jugando futbol con sus amigos, se ponía un hielo sobre
la herida. Le daba igual si le pasaba algo.
Hasta que nació Lorena, su hija. Ese día se
dio cuenta de que la vida es frágil. Pero el mensaje calo más fuerte en el,
cuando vio a su pequeña Lorena tirada en el piso de la sala, llorando a mares
por el chichonazo que le había salido en la cabeza tras un resbalón. Marcelo,
no tenía ni una cremita para calmar el dolor de su pequeña bebe, ni una
pastilla para apaciguar su miedo como padre.
Abrazo muy fuerte a Lorena y la llevo
rapidísimo a la clínica. No paso de un gran susto, pero Marcelo no quiso que
los golpes y caídas de su hija lo volvieran a encontrar desprevenido. ¿Qué hago
si a Lorena le da fiebre, se quema o se intoxica? ¿Y si me pasa algo a mí, como
cuido a Lorena?, se preguntaba, mientras sacaba su navaja y crema de afeitar
para convertir el pequeño armario de su baño en un botiquín de primeros
auxilios.
Marcelo recordó que en su familia hay muchos
profesionales ligados a la salud, su tío, su padrino, su madrina, médicos, un
primo socorrista, entre otros, entonces los llamo y se reunió con ellos para
que lo ayudasen a armar su botiquín y de
paso calcular cuánto de su presupuesto iba a tener que destinar para resolver
cualquier accidente doméstico.
Todos le recomendaron tener productos básicos
como agua oxigenada (S/. 1.10), para desinfectar heridas, un antiinflamatorio
para los golpes (S/. 8.50 en crema y S/. 1.20 en pastillas), carbón vegetal
para las quemaduras (S/. 1.30), buscapina para los cólicos (S/. S/. 8.00),
antalgina para la fiebre (S/. 3.50), un termómetro (S/. 2.00), paracetamol para
los dolores de cuerpo (S/. 1.00), terramicina para las lesiones oculares (S/.
17.10 el chisguete) y pastillas para el resfrío (S/. 5.00).
También le sugirieron contar con vendas y
gasas de los distintos tamaños (S/. 2.00), tijeras para cortarlas (S/. 9.00),
esparadrapo (S/. 4.50), curitas (S/. 1.00), alcohol (S/ 4.50) y jabón antiséptico
(S/. 2.00).
Marcelo calculo estos precios en base a diez
unidades de remedios genéricos, pero podría gastar más o menos dinero si algún día
optaba por comprar medicamentos de marcas específicas en mayor o menor
cantidad.
Se fue a la farmacia con sus familiares y
gasto unos S/. 70.00. pudo haber adquirido un botiquín ya armado entre S/. 15y
S/. 40, sin embargo prefirió comprar los remedios con los que él está
familiarizado, y obviamente cuando llegue ya la fecha de expiración o cuando
venzan estos medicamentos tendrá que hacer un gasto similar o inferior.
Pensando que todos los medicamentos no le
cabrían en el armario, fue al Centro de Lima y con unos S/. 25.00, compro un
botiquín de madera; casi lleva uno de mayor precio, porque con el susto que se
dio al ver a su hija lo tentó también a querer comprar hasta una ambulancia
particular.
También considero el seguir un curso de
primeros auxilios, el mismo que puede conducirlo la Cruz Roja por un costo de
S/. 200.00 por 30 horas de capacitación.
Finalmente ya con el botiquín en la mano,
Marcelo, gasto S/. 1.70 más en comprar una botellita de agua de azahar para
calmar sus nervios cuando, Dios no quiera, Lorena vuelva a lastimarse.
Ahora, relájate y haz como yo en este momento,
disfruta de una deliciosa taza de café y que tengas un buen día………..
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