Ya
no se puede negar, el calor del abrasador se retiró. Es momento de guardar
vestidos ligeros, faldas cortas, shorts y darle la bienvenida a chompas, sacos
y pantalones.
Para
no llevarse sorpresas ingratas en la siguiente temporada, sigue esta práctica
guía para guardar la ropa veraniega y, de paso, ordenar un poco ese adorado
closet.
Dolor de cabeza o no, reemplazar la ropa de verano
por la de invierno es un ítem más en lista de quehaceres del hogar de los
próximos días (o quizá semanas), aquí les presento una manera de cómo
organizarnos de la mejor manera.
Paso a paso
En primer lugar, aprovechemos la ropa que no usemos
y debemos donarla, obviamente esta ropa debe estar en buen estado, para que de
esa manera las personas beneficiadas puedan usarlas. Luego lava y seca todas
aquellas prendas que vas a guardar, además de asegurarle un buen aroma,
evitaras la aparición de manchas. Este paso es muy importante, y ojo, que no es
importante planchar la ropa para guardarla.
Ahora bien, pensando en guardar la ropa,
continuaremos con la separación de la misma, es decir por grupos: pantalones,
faldas, blusas, camisas, shorts, polos, etc. Guarda todo en una bolsa de
plástico o tela, si tienes duda sobre cuál es la mejor a emplear, recuerda que
si empleas una de tela, ésta debe estar correctamente lavada y secada, de lo
contrario las prendas podrían coger mal olor; y si por el contrario, eliges la
de plástico, asegúrate de que esté herméticamente cerrada. La idea es que en
ambos casos sea cual sea la que elijas, esta debe estar bien cerrada, porque de
esta forma evitaras el paso de la humedad y de las polillas.
Con respecto a los accesorios, los zapatos deben
almacenarse aparte de la ropa y asegúrate de que los pares queden juntos. Sobre
las zapatillas es importante no amontonarlas y rellenarlas en su interior con
papel para conservar la forma. Si por un tema de espacio no puedes conservar el
calzado en sus cajas originales, guárdalo envuelto en papel de seda dentro de
bolsas de tela. Y para hacerlo más alegre puedes agregarle una ramita de
lavanda o cualquier otro producto aromático, para evitar así malos olores.
Con la ropa de cama, sucede casi lo mismo. Solo que
en el caso de los edredones pueden comprimirse y extraerles el aire mediante
bolsas especiales, esto es siempre y cuando estos sean de un grosor a partir de
120 grms, ya que si fueran delgados (60, 70 y 90grms) al tener poco volumen, se
pueden achatar.
Closet
renovado
Como se sabe, la humedad es un gran problema en los
armarios durante el invierno, y vaya que si no lo sabré yo, es por ello que
para evitar que la ropa se deteriore se recomienda ventilar los armarios y
colocar unas cuantas bolsitas con granos de arroz en los estantes, cajones o
pisos del closet. También en el mercado existen bolsitas, pastillas y otros
productos que sirven para combatir la humedad y que se deben colocar dentro de
la prenda si va a estar guardada mucho tiempo.
Finalmente, por una cuestión de orden, no olvides
colocar en los estantes o zonas más accesibles la ropa que más uses para así
evitar esa trillada frase “No tengo nada que ponerme”.
"Ahora, relájate, organízate, disfruta de una taza de café y que tengas un buen día…"
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