Sumafan

sábado, 14 de julio de 2012

La presión del grupo


A veces los adolescentes toman alcohol para ser aceptados por sus amigos. Quieren parecerse a ellos, por eso no se niegan a beber y así solo se hacen daño. Estos chicos necesitan reforzar sus habilidades sociales para decir no sin sentirse mal. El amor de los padres y el contacto con ellos pueden ayudar mucho.

Alberto no quiere tomar cerveza, pero toma. No le gusta el sabor, pero a sus compañeros del colegio parece agradarles y de sobremanera, entonces él también toma. Se siente bien en el grupo de chicos avispados. Estar con ellos basta para sentirse importante y que los demás lo miren con respeto. Y como tu estarás imaginando, para Alberto el alcohol no es el fin, es el medio para ser aceptado en el grupo. Por supuesto, Alberto es un nombre por ejemplo, pero esta situación se repite con muchos muchachos y jóvenes adolescentes.
La razón número uno por la cual un adolescente consume alcohol es por la presión del grupo. Durante la adolescencia los amigos pasan a ser una parte muy importante de su identidad, por ello aceptan presiones para disfrutar de ese sentimiento de pertenencia.
El problema es que no siempre un chico tiene la fortaleza para hacer algo diferente al grupo y, además, sentirse bien.  La seguridad y las habilidades sociales para no ceder a la presión social se adquiere sobre todo en casa, pues con el apoyo familiar, el respeto y el compartir la verdad, la persona gana autoestima y seguridad en sí mismo.
El consumo de alcohol depende mucho de la calidad del vínculo padre e hijo. Lo ideal es que este vínculo se desarrolle dentro de un estilo democrático de crianza y de acompañamiento emocional y físico. Los chicos con déficits en áreas como el autoconcepto (visión de uno mismo), autoestima (evaluación del autoconcepto) y autoeficacia (juicios sobre nuestras capacidades) y con deficiencias en el estilo de crianza tienden más a usar y abusar del alcohol.
Por otro lado es muy importante que los adolescentes desarrollen intereses particulares, que ocupen su tiempo y se motive con actividades como el ajedrez, karate, música, creación de historietas, natación, montar bicicletas, danzas, concursos, etc.
Lo más optimo e ideal es que estos intereses sean cultivados desde la infancia, de esta manera se ganan nuevos amigos con las mismas inquietudes y así el adolescente puede elegir con quien estar. El problema es estar con un solo grupo.
Finalmente es muy importante demostrar afecto a los hijos, pasar calidad de tiempo con ellos y disfrutarlo. Así se adquiere un compromiso con la familia y apoyo de ella, se gana seguridad y deseos de hacer bien las cosas, sin defraudar a los seres queridos.

Ahora, relájate, disfruta de una aromática y deliciosa taza de café, y que tengas un buen fin de semana…

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