¿Papa lo sabe todo?

Los hombres que crían solos a sus hijos necesitan desarrollar una sensibilidad especial –que suelen tener las mujeres- para entender y apoyar a los chicos. Así mismo, requieren un compromiso mayor con los hijos, escucharlos, aprender a hacer crítica constructiva y – muy importante – pasar tiempo con ellos. Y vaya que si no lo sabré yo, ya que semanas atrás debido a que mi esposa tuvo que viajar, me quedé a cargo de mis tres hijos, de ahí a que me llevo a realizar estas reflexiones.

En la realidad, aun con rezagos machistas, la madre es quien suele organizar la vida familiar y apoyar emocionalmente a los chicos. Esto nos lleva a preguntarnos cómo se las arreglan los padres solteros o aquellos que por uno u otra razón están a cargo solos en la crianza y cuidado de sus hijos. Y acá lanzo una primera interrogante, ¿te parece que a los hombres les falta alguna característica personal, algo propia de las mujeres, para satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos?

Según algunos psicólogos, a los hombres les hace falta la sensibilidad para entender a sus hijos y persuasión para darles orientación. Necesitan ser equilibrados en sus reacciones y en su conducta, comunicativos y optimistas, y perseverantes en su esfuerzo por sacar a la familia adelante.

Por supuesto, esto no significa que solo las mujeres tengas estas características. Es solo que la mayor parte de ellas las tiene más desarrolladas. Además, tienen una sensibilidad especial, sea por la crianza o por genética (o por ambas), que les permite conectarse emocionalmente con las personas.

Por otra parte, los hombres si pueden criar a los chicos cuando logran ser escuchas, críticos constructivos, dar consejos con palabras y hechos y cuando participan en más actividades.

 Asimismo, independientemente de que sean separados, viudos o que formen parte de una familia tradicional (papá – mamá – hijos), hay un hecho irrefutable: los padres necesitan pasar más tiempo con los chicos. Ello implica, llegar temprano a casa y no para continuar ahí el trabajo de la oficina, sino para estar disponible para los hijos, jugar con ellos, conversar, comer juntos, interesarse por sus asuntos, hacerlos dormir. La idea es ser padres presentes, no solo en un sentido físico, también emocional.

Debemos asumir un compromiso con los hijos, aunque ello implique una reducción del tiempo para el descanso y la recreación, así mismo debemos desarrollar la capacidad para planificar y organizar las obligaciones personales y familiares, también tener orden y disciplina, pero sobre todo mucha paciencia y tolerancia.

Bueno, ahora descansa, tome un respiro, disfruta de una taza de café y comparte más calidad de tiempo con tus hijos………